Las biopsias no solo son para cáncer
Por lo general, cuando un médico le dice a un paciente que le hará una biopsia, empieza una incertidumbre que, con los días, se torna en preocupación porque, equivocadamente, se asume que este procedimiento se realiza solo cuando se sospecha de la presencia de una enfermedad grave como el cáncer.
Ahora, si los resultados se presentan en un lenguaje técnico y alejado de la comprensión, la preocupación se transforma en angustia, a tal punto que este, uno de los exámenes más valiosos y certeros en los campos diagnóstico y terapéutico, llega a ser calificado como una tortura que muchos quieren evitar.
Examen de las células
En una biopsia se toma muestra de tejido, de órgano o de algún líquido del cuerpo, para analizar las características de las células que los componen y saber si son normales; o en el caso de existir variaciones en ellas, ver a qué corresponden. Todo se basa en que las enfermedades tienen formas fijas en las células cuando se observan en el microscopio y el objetivo son diagnósticos exactos.
En todo el cuerpo
Para hacer este examen se necesitan pequeñas muestras de tejido que se deben tomar de los sitios que se quieren estudiar. Estas muestras se llevan al laboratorio y se preparan a través de rigurosos procesos químicos y se hacen cortes que son montados en una placa para ser vistas con un microscopio.
Patólogo, el responsable
Hay que decir que este tipo de examen, también llamado de patología, debe ser realizado por un patólogo, que es un médico especializado que si bien no tiene contacto directo con los pacientes, es miembro importante de los equipos de diagnóstico y tratamiento.
No solo cáncer
Una biopsia no siempre es para diagnosticar cáncer. Incluso, la mayoría de ellas son para confirmar males benignos como inflamaciones, hacer seguimiento a tratamientos e identificar con exactitud enfermedades –no tumorales– difíciles de clasificar con los métodos convencionales.
Hay varios tipos
De acuerdo con el tejido que se quiere analizar y al sitio en el que se encuentre, existen diferentes tipos:
Hay endoscópicas, en las que se usa un tubo flexible de fibra óptica para obtener muestras en cavidades internas; por aspiración, en las que se usa una jeringa específica para extraer material líquido como la médula ósea; incisionales, que utilizan cortes quirúrgicos; por extirpación, cuando se analiza una pieza retirada en cirugía; punción, la hecha con un cilindro en forma de aguja; y por raspado, como la usada en la citología vaginal.
Exige preparación
Aunque, por lo general, una biopsia es un procedimiento menor y ambulatorio, requiere de una preparación que depende del tipo de biopsia y del sitio en donde se tomará la muestra. Sin embargo, siempre hay que seguir las siguientes recomendaciones: resolver dudas con el médico sobre lo que se busca, el tipo de procedimiento y riesgos.
Se deben suspender todos los medicamentos que no sean formulados por el médico, especialmente analgésicos de la familia de la aspirina, suplementos y vitaminas; y, llegado el caso, consultar con el especialista sobre su uso.
Es importante informar si hay sospecha de embarazo, retirar joyas, piercings y otros elementos extraños en el cuerpo; asistir en compañía de alguien e indagar sobre los posibles efectos, reacciones o complicaciones que se puedan presentar y cuándo consultar si estos aparecen.
Análisis, solo por el médico
Cualquier diagnóstico clínico está a cargo solo del médico. No revise por internet el resultado de la prueba ni pregunte a terceros. Generaría angustias innecesarias.
De: CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO
Fuente: departamento de patología de la universidad nacional de colombia y orlando ricaurte, patólogo.